Anoche te vi.
Te vi sobre mi, como suspendido, como en el aire. Viniendo desde el o hacia el.
Me mirabas profundamente y me extendiste la mano. Tus ojos lo fueron todo.
Dijiste algo que no escuché pero entendí.
Yo supe lo que sucedía y comprendí en ese instante que sería la última vez que podría contemplarte.
Caí en la cuenta de cuan lejos estabas en realidad.
Entonces pude imaginar cada detalle de "lo que hubiese pasado si".
Reviví todo lo que no llegamos a vivir, disfruté de aquellos momentos que se nos escaparon de a uno, de a poco, como cada grano que cae en un reloj de arena. Instantes, que, como esos granos de arena, no se pierden, sino que pasan al otro lado. Un lugar inalcanzable ya para mi.
Te senti tan cerca y fuiste casi tan real que por un momento me engañé a mi misma y me crei capaz de ser feliz con tu presencia. En ese momento creo que nos besamos. Un beso amargo con algún vestigio de dolor, "y cuanto mas amargo mas dulce", pensé. Y volvi a besarte.
Estabas ahi, frente a mi, como siempre explicandolo todo, como siempre convenciéndome de cosas, como siempre llevandome a rincones de mi que hubiera preferido no descubrir.
Y de repente vino mi pregunta, no pude evitarlo. No hubiese sido yo si me hubiera contenido los deseos de cuestionar cosas.
Y con la pregunta, el vacío, la nada. La miseria misma de quien se sabe perdido. De quien por fin comprende que no tiene nada mas en este mundo que su soledad.
"Yo siento que estas, por eso se que estas".
Anoche lloré.
My fucking prince
Hace 1 semana